Mi última carta

Venimos y vamos en una continua lucha por la felicidad, por cumplir cosas que nunca haremos y prometer el cielo en una gran mentira. Sabemos que no todo tiene que ser perfecto y que no se puede tener todo pero aún así nos cegamos en ver y escuchar solo lo que queremos. Y es que la verdad duele tanto que hasta a veces se prefiere una mentira antes que escuchar lo que nunca has querido oír. Sin darnos cuenta van pasando los días y cada vez es más difícil recuperar lo que se va dejando atrás y con el tiempo solo queda lo que más duele. Podemos empezar a fingir que nada importa y así parecer fuertes, como si nada fuera lo suficientemente duro como para hacer daño. Pero a mi ya no me sirve echar la vista a un lado, porque a cada lado que miro te encuentro a ti.


Comentarios

Entradas populares